El fracaso hace ruido. El miedo mata en silencio.
- Sebastián Sánchez

- 1 dic
- 2 Min. de lectura
No intentes vencer a la bestia hoy. Solo deja de mirarla a los ojos y enfócate en dar un paso ridículamente pequeño.

Muy buenas,
Me encontré con esta frase hoy: “El miedo mata más sueños que el fracaso”. Y me detuve en seco.
Lo pensaba hace un momento...
El fracaso duele, claro. Te raspas las rodillas, te queda una cicatriz. Pero el fracaso tiene una cualidad noble: es ruidoso. Pasa, te sacude y luego te obliga a moverte, a sanar, a cambiar de dirección. El fracaso es vida en movimiento.
El miedo, en cambio, es diferente.
El miedo es esa niebla densa y silenciosa que rodea al hombre pequeño de la foto. No te ataca de frente. Te envuelve. Te susurra que es mejor no moverse, que es más seguro quedarse en lo conocido, aunque lo conocido te esté apagando por dentro.
El miedo te convence de que la bestia es invencible, para que ni siquiera intentes levantar la espada. Te mata el sueño lentamente, por asfixia, sin que nadie se dé cuenta.
...
No te escribo esto para decirte que dejes de tener miedo. Eso no funciona. La bestia siempre va a estar ahí, acechando en la niebla cada vez que quieras crecer.
Pero te propongo algo diferente: deja de mirarla a los ojos todo el tiempo.
Cuando te enfocas únicamente en el tamaño de lo que temes, te congelas. Te haces pequeño.
La claridad emocional llega cuando apartas la vista del monstruo y miras tus propios pies. No intentes vencer al miedo hoy. Solo intenta dar un paso. Un paso pequeño. Ridículamente pequeño.
Escribe la primera línea, no el libro entero.
Haz la llamada de un minuto, no la presentación de una hora.
El miedo se alimenta de tu parálisis. La acción, por mínima que sea, es el único antídoto.
¿Qué es lo peor que puede pasar si das ese paso? ¿Que fracases?
Bien. Al menos tu sueño habrá respirado aire fresco por un momento. Si te quedas quieto, el sueño muere de inanición en esa niebla gris. Y créeme... el peso de preguntarte “¿qué hubiera pasado si...?” es una carga mucho más pesada que cualquier fracaso.
...
Una pregunta para despedirme:
¿Hay algún sueño tuyo que esté ahora mismo atrapado en esa niebla? Si te animas, responde a este correo. Me gustaría saber cuál es ese primer paso pequeño que podrías dar hoy.
Un abrazo
SebastiánModao Pausa




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