El fracaso duele, pero te obliga a moverte. El miedo, en cambio, es una niebla que te paraliza. Una reflexión breve sobre por qué la parálisis cuesta más que el error y cómo salir de ella dejando de mirar el tamaño del problema para enfocarte en tus pies.

Reflexión sobre por qué muchas veces juzgamos sin mirar dentro. Un recordatorio suave para volver a ti antes de criticar la vida de los demás.

Ser positivo no es negar el dolor. Ser realista no es rendirse. Esta reflexión te invita a combinar ambas miradas para cuidar de ti con más verdad y esperanza.

Descubre cómo la búsqueda de la perfección puede paralizarte y robarte la oportunidad de actuar. Aprende a empezar imperfecto y liberar tu potencial.