top of page

No solo a los demás… lo bueno también puede pasarte a ti.

A veces creemos que la calma, el amor y lo bueno son para otros. Esta es una reflexión íntima para recordarte que tú también mereces recibir, sin culpa, sin miedo, sin dudas.

ree

A veces cuesta creerlo.

Cuesta imaginar que lo bueno, eso que ves de lejos, también pueda llegar a ti.

La calma. La alegría sin motivo. El amor que no duele. La vida sin tanto sobresalto.

Y no es que seas negativo.

Es que has esperado tanto, que aprendiste a bajar las expectativaspara que duela menos cuando no pasa nada.

Has celebrado en silencio. Has llorado en silencio.

Has seguido, incluso cuando no quedaba mucho a lo que aferrarte.

Y sin darte cuenta, empezaste a mirar lo bueno como algo ajeno.

Algo que le pasa a los demás.


Pero no es así. No siempre será así.


También puede pasarte a ti.

A ti, con tus heridas. Con tus miedos. Con tu historia incompleta.

También tú puedes ser quien un día respira hondo y dice:“Ahora sí. Por fin.”


Porque lo bueno no solo llega a quien lo busca con fuerza, sino también a quien, aunque cansado, decide no cerrarse del todo.


Lo bueno no es solo suerte. A veces es espacio. A veces es permiso.

A veces es dejar de creer que tienes que ganártelo todo.


No te has equivocado tanto.

No estás tan tarde.No estás fuera de juego.

Estás aquí.Vivo. Sintiendo. Esperando con cuidado.

Y eso… ya es estar más cerca.


También puede pasarte a ti.

Y cuando pase, no será demasiado.

Será justo.Será tuyo.


¿Te cuesta creértelo?

¿O hay una parte de ti que en el fondo… lo está esperando?

Puedes escribir si quieres.

Aquí no hace falta fingir.

Comentarios


bottom of page