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🌿 Lo que no puedes controlar… tampoco tienes que cargarlo

¿Y si tu paz no dependiera de tenerlo todo bajo control? Esta reflexión íntima te invita a soltar lo que no está en tus manos, y a dejar de cargar en la mente aquello que no te pertenece. Menos ruido, más calma.


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A veces, lo que más agota no es lo que hacemos…

sino lo que pensamos sin parar.

Una conversación que no salió como querías.

Un gesto que esperabas y no llegó.

Un futuro que aún no existe pero ya estás temiendo.

Y ahí estás tú, con el cuerpo quieto…

pero la mente corriendo maratones.

Como si pensar más, revivir más, imaginar más…

fuera a darte el control que no tienes.

Pero no lo da.

Solo desgasta.


La mente busca cerrar ciclos.

El corazón quiere entender.

Pero hay cosas que simplemente no dependen de ti.

Y ahí —justo ahí— es donde empieza una forma distinta de paz.

No esa paz ideal de los retiros espirituales o los domingos sin planes.

Sino una más sutil.

Más valiente.

La paz de soltar.

La de devolverte a ti.

La de no cargar lo que no puedes cambiar.

Porque entender esto no es pasividad.

Es autocuidado.

No es rendirse.

Es liberarse.

Y quizás… esa sea una de las formas más profundas de amor propio:

cuidar lo que entra en tu mente con la misma atención con la que cuidas tu cuerpo o tu casa.

No puedes controlar todo.

Ni debes.

Tu paz no depende de lo que pasa afuera…

sino de lo que decides no seguir sosteniendo por dentro.

¿Y si hoy eliges no pensarlo más?


💬 ¿Te pasa a veces que tu mente insiste en cargar cosas que no dependen de ti?

Déjame leerte. Tu historia puede ser descanso para alguien más.

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